Publicado en actualización por El
Boletín de Lima n.189. 2017.
Por: José Maeda Ascencio
Largo recorrido a través del
frondoso bosque de Pomach, que alguna vez se llamó Pomachaech o “Idolo de
Piedra” tal como lo he descifrado del muchik. Fijé en Agosto del año 1983; en
el sector Moyocupe en la jurisdicción de Illimo, tras atravesar el bosque denso
de Pomach, logré ubicar a don Augusto Bances Cajusol, el minador que
conjuntamente con Hipólito Granados y su compadre Agustín Granados Salcedo,
sobrino de Hipólito, habían excavado una tumba prehispánica en el lado sur-este
de huaca “Las Ventanas”; a Hipólito lo documenté por primera vez en algunos
artículos del diario “La Industria” de Chiclayo en 1982 que con palana en mano
y alforja en el hombro solía llegar a Illimo cargado de objetos de oro que
luego vendía en Chiclayo al joyero Rivera; se emborrachaba y se hacía acompañar
por una banda de músicos, costumbre que después imitaría el afamado chamán
tucumano don Santos Vera Sandoval; Hipólito había descubierto entonces, por los
primeros años de la década del treinta, que la llamada huaca “La Merced”o “Las
Mercedes” escondida en el bosque de Pomach en la hacienda Batán Grande, hasta
donde lograba ingresar clandestinamente, albergaba tumbas ricas en objetos
metálicos; sabía también de las tumbas en cerro “Zapamé”, que excavara después
don Enrique Bruning; alguna vez lo acompañaría su sobrino Agustín, apodado
“Cuchillo” en alusión a los famosos "tumis de oro" que sólo se
sepuktaron en los recintos funerarios sagrados de Pomach y que descubriera con
Bances en 1936.
Testimonio de Augusto Bances
Cajusol
El octogenario tucumano me recibe
cortésmente en su ramada de Moyocupe, sector Torromotal; el mote y la chicha de
jora en poto hizo mas amena la conversación; nos cuenta que Agustín “Cuchillo”
Granados y él fueron contratados por Jorge Quiñónez Arizona, el oficial FAP
Ergasto Silva Guillén y el médico Carlos Muñoz Romero con diez peones de apoyo
eligieron la parte sur-este de la huaca “Las Ventanas”; el médico había
conocido a un fundidor de nombre Benjamín Guerrero en la hacienda Batán Grande,
quien le mostró algunos objetos metálicos provenientes de las huacas del
bosque; este hecho lo animó a emprender la empresa furtiva de excavar en
Pomach; la intuición de los minadores los llevaron correctamente a excavar
alrededor de la colosal estructura de adobe y algarrobo y no dentro de ella;
sabemos ahora que los muchiks del Horizonte Medio (750-1200 d.C) que denomino
“Sicán” desde el 3 de Abril de 1983 (La Industria, Chiclayo), ubicaron sus
féretros de élite fuera de la construcción ciclópea; Bances narra con lujo de
detalles a pesar de su apariencia de cansado campesino, casi calvo y el rostro
envejecido y curtido por el incesante sol illimano; “ mientras huaqueábamos,
nos custodiaban los avioneros (soldados)”; entonces el huaqueo no estaba
previsto en Ley alguna; consiguieron un permiso “ de búsqueda de tesoros
ocultos” que les concedió el Ministerio de Educación Pública; la excavación
empezó con una trinchera de 6 por 4 metros; los tiestos y restos de conchas
marinas empezaron a salir; ya a una profundidad de aproximadamente 4 metros ,
Granados empezó a “minar” – o a excavar horizontalmente- por un lado y Bances
por el otro; éste último encuentra un ídolo de oro- en realidad, tumbaga,
aleación de oro y cobre- sin pedestal o tumi.
Se llenaron 38 sacos de objetos
metálicos, entre oro y bronce (arsenical) en la excavación de “La Merced”.
Bances precisa que el Idolo con pedestal, que fuera robado del Museo
Antropológico de Pueblo Libre en Lima en 1987, no fue encontrado en esta
excavación; éste apareció en enero de 1937 en una exhibición realizada en la
Casa Welsch en Lima en donde el Dr Julio C.Tello Rojas quedó impresionado por
su belleza que lo hiciera venir a Illimo para excavar en la jurisdicción de la
hacienda Batán Grande en 1937. Creo que el famoso Tumi de Oro- después
aparecerían otros mas- fue encontrado por el viejo Hipólito Granados en “Las
Ventanas” antes de la incursión de los tres socios mencionados que contrataron
a Bances y “Cuchillo”; Bances confiesa haber sido ayudante de Hipólito, quien
ya había excavado en “Las Ventanas” después de abandonar “La Merced” o “La
Meche” como cariñosamente la denominaba mi padre José Maeda Montenegro en su
recordado poema. Por entonces, Hipólito
contaba con mas de 70 años de edad; un viejo batangrandino, capataz de la hacienda,
don Moisés Díaz Relaiza, que falleciera a los 103 años de edad, me conversó que
conoció a Hipólito y alguna vez le mostró el referido Tumi de Oro; don Augusto
Bances aseguraba que los ídolos se ubicaban uno en cada esquina de la tumba; en
1985 el Congreso de la República resolvió denominar a la famosa pieza orfebre
Sicán como Símbolo Nacional Precolombino del Perú, antes de su desaparición del
museo y consecuente dolorosa destrucción; la sustentación fue hecha por el
Diputado ferreñafano Gustavo García Mundaca; Hipólito Granados, su sobrino y
Bances, murieron pobres y olvidados, extraño y coincidente final de los
profanadores de tumbas prehispánicas; sabemos que Hipólito tuvo un hijo llamado
José María que falleció a los 56 años de edad, quien conjuntamente con su tío
Tiburcio, hermano de su padre, solían aventurarse en la huaquería.
Julio C. Tello excava en Batán
Grande
Con apoyo del gobierno y el
Director del Patronato de Arqueología don Luis .E. Valcárcel , el Dr. Tello
llegó a Illimo acompañado de su inseparable asistente don Toribio Mejía Xesspe
y el huarasino Elifio Huapaya; ahí se hospedaron, pues, los hacendados Aurich
no permitían el ingreso a sus feraces tierras; el estudioso contrató los
servicios de la dupla Bances y Agustín Granados y excavó primero en “La Merced”
haciendo una gran trinchera sin resultado positivo alguno; en “Las Ventanas”,
la suerte no fue mejor, excavación que Tello detalla en entregas en El Comercio
de Lima, fechados el 22 de Enero, dividido en tres partes con el título “Los
trabajos Arqueológicos en el Departamento de Lambayeque”; se refiere a la
trinchera de “Las Ventanas” que los huaqueros hicieron; el estudioso escribe
que el 5 de Enero de 1937 se descubrió el ídolo mejor elaborado; pero, al
parecer, la pieza orfebre fue encontrada antes, a fines de 1936, comprada por
el Dr Muñoz y exhibida en Lima; el mismo Dr. Tello escribe: “…supe de los
trabajos realizados hace tres semanas…” y firma el artículo el 22 de Enero de
1937; en la actualidad pensamos que están en exhibición unos treinta Idolos con
pedestal, incluyendo algunos de plata y bronce arsenical; la cercana ruta que
emprendiera Tello desde el pueblo de Illimo hasta las huacas de Pomach, lo hizo
denominar equivocadamente a estos objetos precolombionos como “Tumis de Illimo”.
Pomach estaba ya en la
jurisdicción de Batán Grande desde el año 1596 según consta en el expedientillo
de Composición de la Estancia de Cicán y otras estancias emprendida por el
capitán don Francisco de Barbarán.
Es preciso aclarar que aún cuando estos bosques y ricas huecas pertenecían al hacendado Juan Aurich Pastor, éste nunca huaqueó. El chequeo casi masivo se dábamos por los años sesenta, con sus hijos.
La mayor parte de parafernalia ritual metálica de esta etapa
huaqueril, se exhibe en el Museo de Oro del Perú, Museo Etnográfico de Hamburgo y otros.

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