Hace años -Enero del 2011- con
día de sol, llené el tanque de mi automóvil y
Fui con mi familia a recorrer las
playas de Pimental, Santa Rosa- siempre tan colorida con sus lanchas de pesca,
sus restaurantes típicos, su amable gente -, Ciudad Eten, Monsefú y finalmente
Puerto Eten.
Las casonas del parque,
permanecen intactas, como en sus mejores tiempos cuando el Puerto era testigo
del desembarco de gente de todas las naciones del mundo y sus cargamentos de
exportación e importación; como que uno retrocede en el túnel del tiempo en un
agujero de gusanos como postula mi amigo Dr Stephen Hawking; quise dar una
sorpresa a mis hijos...que vean y se impresionen con las grandes, casi
gigantes, locomotoras de Puerto Eten depositadas en Enapu Perú; un guardián me
hizo pasar gentilmente; ¡que desilusión!...las locomotoras eran sólo ciclópeas
masas de oxidado acero; me informaron que habían vendido dos locomotoras
enteras...¡al peso!!! , como si fueran chatarra, vendidas por kilos.
Al menos, así lo han hecho
figurar en los libros de contabilidad en la Municipalidad de Eten, que no tiene
ninguna relación con la propiedad de estos monumentos históricos.
Recorrí las calles y pregunté muy
molesto quien había cometido tal latrocinio contra Lambayeque y el Perú; me
dijeron que el ignorante ex alcalde natural del Puerto era el que había
ordenado la irregular e ignominiosa venta. Me pregunto : ¿Como es posible que
ningún Regidor o ciudadano de Eten haya hecho denuncia pública?...¿Dónde estuvo
el Procurador de la República en Lambayeque de aquel entonces?.
Lambayeque ha perdido así, la
excelente oportunidad de tener su Museo Ferroviario que tanto reclamaban los
etenanos por el año 1991, cuando yo era Jefe Regional de Foptur.
Recuerdo que en Reque, un viejo
señor, guardaba con recelo y amor un antiguo álbum de fotografías en blanco y
negro de las locomotoras que enhiestas se erguían imponentes en Puerto Eten,
hasta donde llegaban con pasajeros de Ferreñafe-Lambayeque y otra ruta desde
las haciendas azucareras. Trataré de ubicar a tal ciudadano, aunque creo que
debe haber fallecido...han pasado ya 22 años desde que lovisité con el
fallecido Dr Julio Armas Loyola. Aún queda un hermoso vagón de pino oregón y lo
que queda de las locomotoras debe de conservarse.
El Municipio etenano debe de
intervenir así como el inoperante ex Instituto Nacional de Cultura de Chiclayo.
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